La Doncella cubierta en lagrimas

Si tus lágrimas corren, sientes en seco tu afligido corazón y tu mirada se oculta en la penumbra, te preguntaras a ti misma donde se perdió la belleza; entonces las palabras de los otros pueden que no te llenen y sientes que tus estragos no pueden ser detenidos por tu razón.
Entonces déjame señalarte el hondo firmamento, para ver las nubes las estancias de nuestros recuerdos y si es de noches las estrellas que brillan en medio de la oscuridad. Después déjame tomarte de la mano para así evitar que te sumerjas en tu mar de lágrimas, déjame así evaporar en ti tu mar de pensamientos. Para así reteniéndome para no abrazarte, te ponga en frente de un espejo y te diga tu eres hermosa, pues eres tu el reflejo de las formas que encuentras en las nubes y eres como una de esas tantas estrellas que brillan, pues aunque ahora te embargas de un sentimiento triste eres unas de esas tantas sobrevivientes en un mundo negro de aceras que se ha olvidado de sentir.