9/11/13

Dedicatoria para el anuario





Poco es lo que recuerdo de estos seis años, el tiempo ha sucedido tan rápido. Al ver el pasado veo lo poco que logro recordar y como no puedo regresar a mis vivencias pasadas. Mi vida termina en mi memoria cuando el presente ha sucedido, y no puedo impedir que los nuevos sucesos inunden (sin percibirme) por lo que he pasado.

Es así que entre una inminente penumbra intento ahora rescatar mis recuerdos, impregnados de nostalgia, me pregunto ahora que esta etapa de mi vida termina: ¿que me queda?, si todo terminara cuando obtenga mi diploma y los días de salones solo se vislumbre en mi memoria. A partir de ello entiendo que más allá de las solidas amistades o el mismo diploma de bachiller, la mejor muestra de este pasado, es mi persona. Fue en este colegio más allá que aprender me edifique. Es mi paso por este colegio una gran marca dentro de mi ser.

Tal vez cuando pasen 10 años, llegue al colegio y vea en los pasillos las líneas amarilla de rombos negro puestas en el piso rojo a cuadros, entre nostalgia recuerde mi pasado, me veo a mi mismo y pienso que si algo debo a esta institución, es la persona que soy que enfrenta al mundo con fe, perseverancia y con las manos abiertas para invitar a los otros a tomar empinados caminos.
Gracias cada uno de los que he conocido, los que me dieron su apoyo y hasta lo que me han dado una ofensa, porque cada mínimo detalle ha ocasionado este ser que escribe estas palabras, se que nada esta consumado y espero que en este camino por construir lograr trasformar la vida de los otros .

Una niña entre la nieve


Era una niña corriendo en medio de un bosque cubierto de nieve,
Me pregunto si el llanto que corría de sus ojos
¿Se habrá convertido en cristal en medio del intenso frio?
Entonces termino en el suelo, comió algo de nieve y cerro los ojos
Las bolas se precipitaban como gotas en lluvia
Y no tardaron en cubrirla
Se pregunto si estaría muerta
Pero el frio que sentía le decía lo contrario
Ya no sentía anhelo de esforzarse y el corazón ardiente que le empancino en su carrera
Se habría congelado por el desapego de la realidad
Una niña de ojos claros se dejaba morir entre la nieve que era igual de pura a ella
Ella volteo con gran esfuerzo, miro que sus pasos se habrían cubierto por la nuevas capas de nieve, le empezaron a picar las bolas que nacían del cielo borroso
Cubrió sus ojos formando con sus brazos una equis sobre su cabeza, resguardándose con las mangas de su gabardina roja y dejo de llorar porque la mirada sin brillo le dominaba
La mirada de los adultos dejaba atrás la ilusión y la pregunta
Nada le importaba, nada le preocupaba y nada le quedaba
Sentía que era dueña de una decisión, se sentía dominante de si misma por ser capaz de elegir morir
Agito esa sonrisa macabra, como si al ser contraria a los deseos fuera feliz y cerro los ojos en espera del final
Miro en sus recuerdos a su madre y a su padre ultimando los detalles de su vida, diciendo lo que tenia que hacer, la ropa que debía usar y hasta de lo que debía gustar
Era una mercancía barata de sus aprecios, una presa de reglas que no podría oponerse
Triste de madurar en un mundo de enfermos corrió con toda su fuerzas en esa casa de jaulas
Y la tormenta le ayudo en el escape para convertirla en una de sus presas.
Una niña adulta que perdió la ilusión y la inquietud, que entre últimos destellos se preguntaba si vivir era peor al degradarse o morir siendo incorruptible

Una vision de los cementerios



Los cementerios que conozco a través de mis ojos y no por el lente de una cámara, son lugares que se pierden en colinas que lucen verdes, en donde las palmeras suelen repetirse y donde puedes tropezar con una piedra con un nombre.

Existen otros mas asfixiantes que son como esculturas de piedras y en que se enciman unos a otros como si las tumbas se expusieran en un mostrador, sin embargo, poco importa para el muerto el cual ha renunciado a sus acciones el destino de sus huesos.

No es el lugar que se quiera visitar, en donde los recuerdos de una generación se ven perdido entre las alimañas y el tiempo, las flores son como un símbolo que representa la vacilación del olvido y los funerales son una forma de desairar el dolor entre tantos otros, lo único cierto es que nadie envidia e este tipo de situación, no es posible desear perder un ser querido y un cementerio es la representación de todo ese mundo, que se mece entre el paraíso y la perdida.


Los cementerios tienen mucho significados, tal vez represente como todos los nombres pierdan su significado en la arena o como el recuerdo se sostiene, estos entornos debieron nutrirse de varias lagrimas, en donde se dice a la vez adiós y no se le hace, en donde las personas afrontan la realidad de la muerte, en que se siente que algo falto por hacer y se reconoce que se es incapaz de hacerlo por aquel que ha partido.